https://dependencia.info/noticia/6836/opinion/cuantas-personas-optaran-por-el-senior-living-y-cuantas-por-la-residencia.html

“El cohousing, coliving y senior living son las mejores alternativas a la residencia de tercera edad tradicional en un momento en el que muy poca gente quiere ir a una residencia cuando sea mayor”

Lo he leído, escrito y expresado de diferentes formas y siempre pienso lo mismo: “no me lo creo”. Y no porque no crea que las viviendas colaborativas (ya sean de tipo senior cohousing o senior coliving), o las viviendas pensadas para personas mayores no sean una buena solución en sí mismas, sino porque me parece que quien va a una residencias normalmente está dando respuesta a una necesidad perentoria, mientras que quien opta por esas otras formas de vida lo hace más buscando cumplir una preferencia.

Cuando se hacen encuestas sobre dónde quieren envejecer las personas pasan cosas curiosas. Si le preguntas a alguien si quiere ir a vivir en una residencia cuando sea mayor, le estás preguntando de forma implícita si quiere “necesitar una residencia”, o sea, si quiere ser dependiente, vivir con demencia o no tener un domicilio adaptado y con posibilidad de ayuda como para que alguien le cuide allí. Sorprendentemente, solo el 90% descartan totalmente las residencias. Si preguntásemos: “Imagine que tiene usted 85 años, no puede caminar, ni vestirse, ni ir al lavabo, ni asearse por sí solo; vive con demencia, a su cónyuge le cuesta mucho atenderle y recibe atención de una profesional de ayuda a domicilio una hora cada día. ¿Consideraría ir a vivir a una residencia si pudiese pagarla o recibiese ayuda pública?”. Creo que el resultado sería muy diferente.

Me parece muy interesante un estudio que se llevó a cabo en Manresa realizando encuestas y focus groups entre personas mayores de esa ciudad de unos 75.000 habitantes. Cuando, después de explicarles lo que era cada opción, se les preguntó dónde preferirían envejecer, el 42% dice que en un piso “normal”, el 13% en una casa “normal” mientras el 42% optarían por ir a vivir en una vivienda con servicios (en forma de vivienda tutelada o propia).

Solo un 1,5% prefieren envejecer en una residencia. Resulta importante que las preferencias de las personas varían según el grado de explicación al que se les expone. Casi nadie sabe qué es un cohousing senior, pero cuando se les explica, uno de cada tres dice que lo consideraría. Incluso un 60% dice que deberían existir. Eso sí, la mayoría valoraría la opción si ese tipo de vivienda estuviese en su barrio o cerca, ya que valoran mucho la proximidad y las relaciones. Como el estudio no entra en cuestiones económicas, se queda un poco cojo a mi gusto. Me gustaría saber cuántas personas estarían dispuestas a vender su casa para pagar esa nueva vivienda con servicios o qué porcentaje de sus ingresos estarían dispuestos a gastar.

Llevo un tiempo interesado en el tema, leyendo informes que se van publicando y, aunque “los fundamentales” parecen apuntar a que éste será un sector en crecimiento, me cuesta encontrar referencias sólidas. Sí he encontrado que en Estados Unidos un 6% de la población de más de 65 años cambia de residencia cada año, según el censo de ese país. ¿Cuántos de ellos cambian para ir a vivir en uno de los múltiples modelos de senior living que existen allí? No lo sé, y me gustaría que alguien me ayudase.

Como me faltan datos, se me ha ocurrido utilizar “la cuenta de la vieja” (la expresión me gusta porque destaca el conocimiento tradicional de las mujeres mayores) y he creado “La Clave de los tres treses”.

Según esta clave hay tres factores, cada uno dividido en tres opciones que nos permitirán a largo plazo determinar quién tomará cada opción.

El primer “Tres” responde a la pregunta ¿Cómo seremos los mayores vistos en conjunto?

  1. Cada vez más.
  2. Cada vez más diversos.
  3. Cada vez más con capacidad adquisitiva. Este punto necesita una pequeña explicación. Si bien es cierto que existe un grave problema de pobreza que afecta a una parte de personas mayores, también lo es que el número de jubilados que son propietarios sin cargas y con ingresos por encima de la media van a crecer mucho en los próximos años.

Segundo “Tres”: Las tres plagas. ¿Qué es lo que van a querer evitar las personas mayores en su vida?

  1. Soledad
  2. Aburrimiento
  3. Sentimiento de inutilidad.

Tercer “Tres”. ¿Cómo seremos los mayores en relación con nuestra dependencia?

  1. Un tercio de los mayores de 65 años tienen algún tipo de dependencia.
  2. Dentro de ese tercio: un tercio necesitan “sí o sí” la ayuda de alguien alguna vez al día.
  3. Dentro de ese tercio: Un tercio necesita tantos servicios que requiere vivir en una residencia.

Siguiendo “la Clave de los tres treses” podemos decir que entre un 4-5% de personas mayores van a seguir necesitando una residencia asistida.

Entre los que forman parte de esas dos terceras partes que viven de forma autónoma e independiente, debido a la creciente diversidad, al aumento de la capacidad adquisitiva y a la lucha contra las tres plagas, habrá un número importante que optará por un “cambio de vida” que comportará un cambio de vivienda. Seguir viviendo en una casa aislada en una urbanización o en un piso en un edificio en el que no se conoce a nadie quizás deje de ser la opción más adecuada, sobre todo cuando empecemos a conocer a gente que ya ha hecho el cambio y veamos qué ventajas puede ofrecernos.

Del estudio de Manresa aprendemos que, sólo si se explica adecuadamente en qué consisten esos cambios de vida, la gente querrá probarlos y que la proximidad puede ser un factor importante por lo que las grandes concentraciones de población urbana puede ser un buen punto de partida.

Aun así, creo que lo del senior living seguirá siendo algo para pocos. Sigo pensando que una decisión que hay que tomar cuando te acercas a aquellas edades en las que se ve con nerviosismo cualquier cambio será postpuesta por muchos que empiecen a considerarlo. O sea, sigo creyendo que será algo más para salmones que para sardinas.

Como esto queda publicado para la posteridad y me tienta hacer de adivino, me atrevo a vaticinar que en 2035 entre un 2 y un 3% de las personas mayores de 65 años en España habrán optado por una forma de vida diferente que incluirá el coliving, cohousing y viviendas con servicios, así como las diferentes modalidades de senior living. Eso quiere decir que, con una población estimada para entonces de 48 millones de los que el 25% tendrán más de 65 años, alrededor de 250.000 habrán optado por esa opción de vida.

En 2035 tendré 70 años por lo que mi duda es si seré yo uno de esos mayores. Si es así, y se cumple mi predicción, venid a brindar conmigo en el restaurante o la sala de actividades del senior living en el que estaré viviendo. Yo invito.

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