https://www.youtube.com/watch?v=w41760i5YFY

Cuando nos preguntan cómo es vivir en un proyecto como este, suelo decir que es un sueño hecho realidad. La gente sueña con vivir de la manera que quiere, y la gente sueña con vivir acorde con sus ideales. En la actualidad, para buscar un hogar, realmente, lo tienes súper difícil. O sea, las opciones son o comprar un piso o alquilar, y ahora mismo ambas opciones están por las nubes en ciudades como Madrid y, realmente, es uno son unos malabares increíbles. Yo soy de Sevilla, entonces, llegó un momento en que después de pasar por muchos alquileres en Madrid, de habitación habitación, compartía con mi pareja en una en un piso con más gente, caseros mejores, caseros peores.

Madrid me parecía absolutamente hostil, entonces, yo llego entre patios un poco buscando un reducto, o sea, buscando un sitio donde me pareciera menos dura la vida. Aquí hay gente que no tiene familia alrededor, que no tiene la red en Madrid de una abuela, una tía, una hermana, alguien que la acompañe en la crianza de sus peques. Entonces, su familia de ahora a quien a quien sus hijos e hijas tienen como referente adulto, no es solo su familia de sangre, sino que es, o más aún, su familia de la comunidad. Se puede hacer con tus vecinos de tu barrio, pero aquí es mucho más fácil, es es como abrir la puerta y ya está ahí. Por si le interesa a verdad.

Este edificio es, además de las diecisiete viviendas, todo lo que nos conecta a las personas que vivimos en esas viviendas, los espacios donde nos encontramos diseñados para encontrarnos. No te hablo de espacios físicos solo, sino el espacio emocional, mental que podamos tener de encuentro es muy grande. Compartir vida, para mí es el los viernes de Pizza Pelli de mi criatura, en la que nos vamos turnando casa por casa, y en el sofá, pues, te puedes encontrar como a unos ocho ocho o nueve criaturas decidiendo conjuntamente qué peli qué peli van a haber y y disfrutando de la noche del viernes como si tuvieran ocho o nueve hermanos hermanas. Nosotros en Entre Patios siempre hablamos de tres pilares, que sería el pilar económico, el pilar social y el pilar ecológico. El pilar social es toda esta comunidad hacia adentro y hacia fuera.

Queremos también tener una aplicación social en lo que ocurre fuera de del edificio, en el barrio, en la comunidad, en el mundo, ¿no? Y en ese con en el mundo sería nuestro pilar ecológico. En la alimentación consumimos productos ecológicos, tenemos nuestro propio grupo de consumo que atiende aquí, pero también a gente del del barrio, no solo del edificio, y los los restos orgánicos los separamos y los compostamos. El agua, tenemos un sistema de reutilización del agua. El el taladro, las herramientas, no están en tu casa, están en el en el taller del espacio común.

Mayor. Aquí es muy curioso cuando cuando alguien necesita un disfraz para algo, no te vas a comprarlo o no te pones a confeccionarlo. Primero lo que haces es pedirlo en el chat de de la corrala, que lo llamamos así, donde nos comunicamos. Entonces, ahorramos por varios motivos. Ahorramos en espacio, en en en metros que necesitamos para vivir, y ahorramos en recursos materiales que necesitamos tener, en las posesiones que necesita tener cada persona.

El edificio se ha construido de manera que su orientación favorece el aprovechamiento del calor y generar sombras y y estados más frescos cuando no queremos que ese calor nos invada dentro de la casa. Consumimos un tercio de la energía que consume una casa y, además, ese tercio es energía limpia producida por nosotros o comprada, suministrada por energías limpias? Es que es verdad que tenemos que valorar cuánta agua estamos gastando aquí, como para los que nos piden. Aquí tenemos conciencia sobre el el colapso energético que se nos viene y la crisis ecosocial, Y queremos, de alguna manera, contribuir a a palearlo y también a resistir cuando ocurra, ¿no? Y a que a que la vida continúe.

Tenemos dos maneras de afrontarlo, o bien, paralizarnos, somos conscientes de esto, wow, ¿qué qué va a ocurrir con mis hijos? O tenemos otra manera de hacerlo que es, vale, esto ocurre, ¿qué podemos hacer para que sea más llevadero, para frenar lo que se pueda frenar o desviar la evolución hacia un escenario más esperanzador? La mayoría de estos proyectos contemplan esos tres, o intentan contemplarlos. A veces das más peso a un pilar, a veces das más peso a otro. En este edificio tenemos el pilar económico sustentado en derecho de uso.

En lo que se basa es en que no eres propietario de un derecho, el derecho a a vivir en esa vivienda. Pagamos una cuota que nos da acceso a ser cooperativistas y nos permite vivir dentro de del edificio de la cooperativa. Son como las cuotas de la hipoteca. Entonces, la cooperativa paga esa hipoteca al banco, tú estás pagándole la el alquiler a la recibo el la cantidad inicial que yo puse al principio, y todo ese alquiler de estos años es como si hubiera estado de alquiler en en un sitio estándar. Es más barato el coste total que si fuese compra, y es más barato la cuota mensual que pagamos que el coste del alquiler también en esta zona.

Cuando se lo contamos a nuestra familia, mucha gente se puso el grito en el cielo. Pero, claro, si se piensa que la cesión de uso es arriesgada, ¿no es acaso arriesgado el alquiler o una compra teniendo en cuenta lo que hemos visto con las hipotecas? Aquí, si de repente una familia no pudiera pagar, no se queda con la deuda de la vivienda. Pero, además, tiene a toda una comunidad que va a hacer todo lo posible para que esa familia no tenga que irse. Aquí aportamos en todos los sentidos.

No estoy hablando ya solo en cómo ponemos el dinero o cómo dividimos los gastos, que, obviamente, es la la hacemos de una manera colaborativa. También es en cómo cómo aportamos nuestras con nuestras manos o con nuestro cuerpo, con nuestra mente, a la construcción del edificio. Las decisiones se toman entre todas y todos, incluso a los peques les implicamos la toma de decisiones, ¿no? En algunos aspectos. Nuestra organización es horizontal, no hay una voz que tiene más peso que otra, y a todas las personas se las consideran igual estima, todos los argumentos se escuchan.

En mi casa hay un padre, una madre, un hijo, una hija, pero no tomamos las decisiones porque lo impone alguien, ¿no? Las comentamos, las debatimos y llegamos a acuerdos. Además de la asamblea, nos nos organizamos en comisiones, comisión de jardines, y entonces, esa se dedica a programar y a hacer la compra y a ejecutar el cambio de planta si se ha deteriorado en alguna jardinera. Todo eso ocurría en un modelo anterior de de convivencia en las ciudades y en los pueblos. Hemos dado un salto y nos gustaría poder recuperar lo bueno de aquello.

Mi abuela conocía a todas las personas de su edificio cuando vivía en la ciudad, cuando vivía en el pueblo, pues, descontado, conocía a todo el pueblo. Conocía, no solo que sepa quién vive en cada casa o a qué se dedica cada persona, o qué, no, también qué necesidades tiene cada persona, qué qué ayuda en los cuidados puedo prestarle, qué ayuda puedo pedir a quién cuando necesite ayuda, y esto no lo hay en el modelo de de ciudades actual. Los modelos de vida que llevamos, los ritmos de vida que que llevamos actualmente, no nos permiten generar esa comunidad. Generar esta comunidad necesita un tiempo, necesita prestarle atención, significa poner los cuidados en el centro de la vida. Vamos camino de que esto sea un una vía y que que funcione, y que se vea que puede funcionar y que y que sea replicable, que otras personas también lo consigan, que otros grupos también lo consigan.

Hay proyectos de en todos los grados de evolución que te puedes imaginar, quienes lo están empezando a pensar, quienes ya están viviendo en ellos, quienes ya llevan mucho tiempo viviendo en ello. Este modelo está muy extendido, y la gente no tiene ese ansia de ser propietario. En Uruguay, por ejemplo, en Dinamarca, ciudades como como Viena, esto está favorecido por el por el propio estado, por el propio gobierno, por la propia administración pública, que esto, hay una tradición de que sean, que el suelo público se se ofrezca para esto. Este modelo surge de una necesidad real, de que verdaderamente para solventar el problema de la vivienda tienes que hacer malabares, y por otro lado, de una práctica, una intención política que consiste en intentar bajar el nivel de especulación o bajar o, incluso, acabar con la especulación que nos aboca a esos malabares. Quiero reivindicar que la gente pueda tener un acceso a vivienda digna, de una manera justa y sin especulación.

Esto es una manera de hacerlo, es un medio para conseguir ese que se produzca ese cambio. El sistema nos ha convencido de que vivir solo en tu casa, encerrado, individualmente, no hunda muchas personas. Sobre todo, hunda muchas personas. Sobre todo, cuando llegas a mi edad, ¿no? Que siempre estás un poco que no sabes dónde vas acabar, tal como están las cosas.

Yo siempre pensé que iba a acabar en la casa, donde viví cuarenta años, pero, mira, me echaron. Yo tenía una casa de renta antigua y yo había vivido desde los siete años en esa casa, y me pusieron una trampa en la que caí, porque se suponía que había amistad con el administrador y caí en la trampa y y me echaron, me llevaron al juzgado y me echaron. Fue tremendo porque, además, yo he tenido una vida muy precaria, sola con mi hija, que la he criado sola y ella ya tenía dieciséis o diecisiete años y fue tremendo, tremendo entrar en el mercado de alquiler, bueno, bueno, bueno, ya habían subido los precios del alquiler de una manera tremenda y pasé de pagar doscientos euros que pagaba allí a pagar setecientos ochenta. Cuando estás viviendo tan al día y tan precario y todo, que la vida te te atropella, pero aquí, desde luego, no le va a atropellar a nadie, a nadie. Resultó ventajas de vivir así, te da una tranquilidad que no tienes en la vida normal.

Aquí, las puertas siempre están abiertas a Asumya. Mija. A su mija, mi futuro. La es una difícil y, també, es una comunidad, é una ilusión, esta realidad, por un proyecto. Es esperanza, es activismo, tambés política, y os siento com que és una és una llavo de de futuro.

Vibra la barma es un regál, és un privilegi també, y es un cambio de mentalidad. Te he portado las croquetas, te están cobrando. Gracias. Tens tems para otras cosas que, si siguesis a una casa convencional, a que tems no no fluye de esta manera. Los pasadizos de la palma son como las las arterias, las arterias para un transcurra la vida y la ruina es como alcohol.

En un edificio convencional solamente hay un ascensor, una escalera y unos puntos de acceso que cada vez son son mínimos, ¿no? En en cambio, en una en una vivienda cooperativa como esta, con tantos espacios comunes, la necesidad de encuentros es mucho mayor y, de hecho, es es la principal riqueza de un proyecto como este. De alguna manera, es la arquitectura la que promueve este encuentro. Este edificio ha sido diseñado por un equipo de arquitectos, que es una cooperativa. Los vecinos han podido participar en el diseño de de qué espacios comunes querían.

El diseño de este edificio tiene muy en cuenta el medio ambiente y y la huella ecológica. Usa materiales, siempre que es posible, naturales, como la madera. A nivel térmico hay un confort muy grande, están muy bien aisladas las viviendas, tanto del ruido como del frío. Estos proyectos son un reducto a favor de cuidarse de lo que viene, es decir, del cambio climático, porque, primero, los edificios son sostenibles, lo que hace que será muy poco lo que se necesite, pero luego, cuando las cosas se pongan feas, primero, el ser un grupo te hace mucho más fuerte y segundo, vivir en un edificio así te hace mucho menos vulnerable a los cambios climáticos. La balma es de un pas andaván cappa un futuro mes juuge, para un para un futuro millo para tutón.

Y juntos, podemos hacer cosas que solo no pueden. Este tipo de vida facilita cosas que Evans no me había planteado, ¿no? Como para, ejemplo, la necesidad de que cada persona tenga una puerta de planchar, por decir alguno, o un aspirador. Y, de hecho, un espacio también que es al al taller donde podemos ver de nuestros todas las reinas, ¿no? Quinientos y pico, todo Tom tiene un torna visto a que es colectivización de de los vents, ¿no?

També, aparte que cataliveras para la casa, ¿no? Facilita una traspa de relación y y te obra a ver a las cosas de una otra manera, ¿no? ¿Qué tal? Buenos días. ¿Cómo estás?

Hay gente que te mira como si fueras un, incluso dentro de mi familia hay personas que que dicen, yo nunca viviría así. Es que esto es como vivíamos antes, es que vivíamos así, es que vivíamos, incluso, dentro de las ciudades, los niños jugaban en la calle, las puertas de las casas estaban abiertas, los niños íbamos de una casa a otra, todos nos ayudábamos, es decir, que que se vivía así, no, no, no, no, es que no lo hemos inventado. Yo creo que que se está recuperando una forma de vivir que, igual hace sesenta años, estaba bastante extendida, ¿no? No creo que estemos generando nada muy nuevo, pero sí que estamos revirtiendo una dinámica que que se ha dado durante los últimos años, ¿no? De de de separación entre entre de separación entre entre entre los vecinos que estamos realmente cerca, ¿no?

Creo que es nuestra obligación explicar que hay otra forma de vivir y que es posible, ¿no? Que no es obligación explicar que hay otra forma de vivir y que es posible, ¿no? Que no es un sueño, que es algo que puedes hacer. ¿Cree que este Santinmen de la Santinta, de está de Santtica estás acompañada. De Santtica no es de lidiad tú sola contra la empresa de La Guagua o la empresa de La Jum, sino que cada Herrera ya ya un grupo de personas que también están dispusadas a a, bueno, a oferta justa, y sabe que que no está sola.

Todo está pensado para familias nucleares, que en x terreno solo puede haber una cocina, que todo está pensado para que viva papá, mamá y los niños, y se separen con otro papá, otro mamá y más niños, y nosotras no teníamos ahí hueco. La morada nace con el deseo de varias amigas y conocidas que participan del movimiento feminista Bollero Trans de la ciudad, de organizar la vida y los cuidados, los afectos, en comunidad y compartida. Es es la primera vez que piso nuestro solar, Yo tengo muchas ganas de de que podamos empezar, que faltan dos años. El proyecto está conformado por quince personas, la mayoría bolleras tan solo binarias. La morada nos permite afrontar, por ejemplo, todo el futuro económico, ¿no?

De de cómo conseguir el dinero que vamos a hacer es colectivo, no eres tú solo con tus ingresos y con tu previsión, sino que cuentas con una comunidad para ver cómo hacer frente a todo lo que implica tener una vivienda. Que tendríamos que hacer como una u para entrar a la Sí, eso es lo que yo pienso. Tendríamos que hacer como una u para entrar a la Sí, así es. Que yo pensé que teníamos acceso, pero finalmente no, porque se hizo lo de las bicis, ¿cierto? Me encanta el que, además de la del proyecto político de de vivienda cooperativa en sesión de uso, haya un proyecto político feminista y de sexualidades disidentes detrás de la morada, ¿no?

La gran mayoría, ¿no? No no nos organizamos necesariamente en pareja y, aparte, incluso, quien se organiza en pareja no pretende organizarse solo en su pequeño micromundo. La gracia es que que nosotras nosotras decidimos, ¿no? Nosotras somos las promotoras de esto, del del edificio, del proyecto, de de la convivencia, de la conexión con el barrio. Dar el salto de compartir piso a compartir edificio es es un sueño, es como ideal, ¿no?

Si ahora tengo como espacio privativo una habitación, pues en la morada tendré un piso pequeñito, pero un piso, pero aún así no será un panal en una colmena, porque la idea es compartir vida. Creo que como somos seres sociales y esa vida en común es la que me permite desarrollar una parte una parte de mí, que si no se quedaría, bueno, pues, pequeñita, como una planta que no abona, ¿no? Un amanecer es muy bonito, pero si estás con alguien a tu lado y lo compartes más bonito aún, ¿no? Los primeros ruidos de la mañana, para mí es lo mejor de aquí, de este lugar. Ves a la niña, a la niña preparándose para el cole, es como dos pajarillos que van picoteando al principio, y oye, sus grititos, subiendo, bajando.

La palabra es vida, porque estamos apostando a nuestras vidas, nuestras crías empiezan a vivir, a vivir de una manera como más plena. Los Patios de la Aserquía es una una asociación que lo que pretende es un poco volver a a revitalizar la vida de los patios, ¿no? Promover la recuperación de de los patios cordobeses como un patrimonio para la ciudadanía, ¿no? Córdoba tiene por parte de la UNESCO, tres tres elementos que son patrimonio. Dos que son material, que es Medina Zara y y la Mezquita catedral, y y uno que es la fiesta de los patios, pero la fiesta de los patios como patrimonio inmaterial.

Entonces, destaca el elemento arquitectónico, sino que es un Por esta Esta manera de compartir, de vivir, de construir, de vivir la ciudad. Yo creo que en Córdoba se puede morir de éxito porque, bueno, pues es una ciudad que es cómoda, es asequible, es muy bonita, toristificación que Y ahora con esta turística que estamos viviendo, pues claro, empieza a ser objetivo de del gran capital, que lo que quiere es el centro para construir hoteles, y el centro se ha quedado un poco vacío. Y, bueno, frente a eso también está la respuesta de la gente que podamos decir, oye, aquí esto no lo queremos convertir en un parque temático, sino un sitio para vivir y vivir desde, desde en un sitio para vivir y vivir desde, bueno, pues, como se ha vivido aquí tradicionalmente. Aquí estamos rodeados de historia en este mismo patio, paredes aquí que son de hace quinientos años, arcos, en los años cincuenta, en los años sesenta, en el que aquí llegaron a vivir hasta, no sé si me dijeron, catorce, quince familias, familias además extensas. En su tiempo hubo una cuestión de necesidad, de tener que colectivizar cosas y vivir en común, pues, por necesidad.

Luego, en los años ochenta, noventa, ha ido decayendo hasta que, bueno, este patio quedó prácticamente en una ruina, y cuando nosotros ya empezamos este proceso de búsqueda de patios aquí en Córdoba, los dueños optaron por vendérnoslo a nosotros. Tenían otra oferta de un de un hotel que rechazaron, aunque le daban más dinero, porque querían que aquí se mantuviera este espíritu vecinal de de lo que es la vida de patio. Aquí, con frecuencia, de manera espontánea surge, pues, no sé, una comida, una celebración, donde preparamos comida, donde la compartimos, cada uno aportamos lo que nos parece. Las plantas han agradecido mucho la nueva presencia y están vivas y están floreciendo, y y yo creo que que vivir, pero con una, no, no sé, yo creo que con más con más autenticidad, con más intensidad, es lo que a mí este espacio me me evoca, ¿no? Me me provoca, además.

Mi integración. ¿Me quería escuchar o? La crianza aquí es otra cosa que hacerlo tú solo, porque porque de repente tienes un poco, pierdes un poco de tu hijo o de tu hija, lo colectivizas un poco, pero ganas también la crianza de los demás. Les aporta unos de pensar, de hacer, de hablar, que que tú solo no le puedes dar. Entonces, yo creo que ahí ganan, ellos ganan.

Las niñas son las reinas de este lugar y, bueno, te las puedes encontrar en cualquier casa, en cualquier lugar de las casas, y andan por aquí, pues, correteando, metiéndose en casa de una, en casa de otra, jugando a disfrazarse, jugando a, pues, todo lo que la imaginación infantil es capaz de de crear en este sitio. Sí, Esto no es una vivienda, para mí esto es mi vecino, es recuperar la ciudad para las personas frente a lo que está viniendo de gentrificación. Es la luz de Córdoba también, es dejar que que la vida te atraviese un poco. A nosotros nos ha unido mucho el tener problemas, porque, bueno, la compra de un espacio como este, afrontar una rehabilitación, la construcción, hay muchas cosas que se te van de las manos, ¿no? Y aparecen muchos problemas que no sabes ni por dónde vienen, ni por dónde van, ni cuáles son las soluciones.

Claro, compartirlos, afrontarlos, yo creo que eso también nos ha dado como grupo, pues también cohesión, porque, bueno, pues de las dificultades también se aprende cuál es el camino, ¿no? Con sensibilidad y con cariño, pues, darnos sorpresa, darnos, o gastarnos bromas, darnos, hacernos un regalo. Yo quiero vivir cuidando y dejándome cuidar también. De hecho, si miras un poco, ahora tú vas a ver que las puertas están abiertas de las casas. Entonces, es un poco, bueno, abrirte y dejar que que el resto de personas también te habiten a ti, ¿no?

Yo tenía claro que quería decidir cómo vivir, ¿no? Mis últimos días, ¿no? O 0 mi mi última etapa de vida. A la residencia se se suele llevar a los un habitantes de las residencias, ¿no? Aquí venimos.

Queríamos buscar una forma de convivencia común sin tener que depender de de, digamos, de la familia, de los hijos. Atravesol no nos han traído los hijos, nos hemos venido nosotros porque hemos querido, y lo hemos elegido cuando hemos estado bien de la cabeza y y podíamos comparar una residencia al uso, donde la gente está de una manera totalmente pasiva, participa poco, le dan todo hecho, aquí no. Tengo ochenta y tres años y soy uno de los primeros socios de de la cooperativa Travesol. Un grupo amplio de amigos nos veníamos planteando la posibilidad de hacer algo común para vivir en los últimos años de de nuestra vida de una forma colaborativa y más participativa. Y ahora también Y ahora un poco más subida de la derecha.

Todos somos un coparticipes, pero no propietarios. El complejo es de la cooperativa Travesol. Las líneas de de decisión están marcadas por la asamblea. La gente está activa en todos los aspectos, y yo creo que eso es muy saludable. El participar, de hecho, en las asambleas, que te tienes que leer, pues, el programa, lo que se va a tratar, los puntos, y luego, pues, dar tu opinión.

Hay cantidad de reuniones de las múltiples comisiones que hay, porque hay comisiones para todo, de economía, de jardinería, de actividades, de vida saludable, de dependencia. Hay actividades físicas, hay actividades culturales, hay actividades emocionales, porque hemos tenido dos años también de un taller de inteligencia emocional, un día a la semana que venía una coaching y nos lo daba. Los sábados tenemos bocata y después se pone cualquier música y ahí tienes a la gente de ochenta y cinco años bailando, cantando, se saben todas las canciones. En fin, no me parece que sea casi como una vejez, es como una vida, pues, distinta a la de los jóvenes, pero tan activa, tan alegre y tan participativa que, a veces, es cuesta creerse que que tienen los años que tienen. A nivel también de vivir la soledad, es un apoyo tremendo.

Siempre ha sido un apoyo, pero yo ahora puedo también contar mi experiencia. El treinta y uno de enero se murieron dos compañeros y el veintitrés de febrero se murió mi marido. Entonces, yo me he imaginado vivir esto en el piso de Madrid yo sola, y me ha parecido como, bueno, hubiera puesto, yo qué sé, todas las alarmas del mundo y hubiera me hubiera sentido mal. No es que aquí me sienta bien y maravillosamente, porque le echo mucho de menos, pero ni cierro mi puerta ni estoy todo el día llorando ni estoy metida en casa Y, de hecho, estuve yendo al grupo de terapia psicológica que hay aquí, una vez cada quince días, los jueves, y, bueno, la propia psicóloga me decía, es que te veo muy bien. Y yo creo que eso es, pues, porque emocionalmente Travesol me me ayuda.

Yo creo que hay un nivel de solidaridad y de apoyo mutuo como en pocos sitios, como en pocos sitios. Y eso, pues, es fundamental para vivir y más en esta etapa de la vida, ¿no? Raven Sol, básicamente, como su última sílaba indica, es solidaridad. Y desde ese punto de vista, al poco de de empezar, pues, se creó la inquietud de de ir pensando en soluciones para nuestras posibles dependencias, buscando cómo hacer para que nadie se tuviese que ir de de traba en sol por cuestiones de tipo económico. Y se creó un un sistema de atención a la dependencia, siguiendo ese criterio de solidaridad, de forma que le sea menos gravoso a los que son los que están dependientes.

A mi edad, yo vivo el proyecto de Travesol como algo que debería de ser posibilidad para todos los ciudadanos. Debería de venir dado desde la administración para que todos los ciudadanos pudieran tener acceso a una forma de vida como la que nosotros tenemos aquí. La mayoría de las personas de Travesol no nos conformamos con vivir bien sin tener en cuenta, pues, cómo viven los demás. Tenemos que salir de nuestra burbuja y y pringarnos y meternos en lo que exista. Por ejemplo, nuestro presidente actual, que tiene ochenta y tres años, pues va una vez al mes a recoger alimentos a un a un supermercado para luego darlos en la red de solidaridad popular.

Es fundamental poder participar y no quedarnos de brazos cruzados y que nos den las mejoras hechas, ¿no? Y y, desde luego, no es excusa el tener la edad. Aquí la edad no no nos para, nos parará la enfermedad o la imposibilidad por alguna dependencia, pero porque se cumplan años, no. Yo en Traven Sol me encuentro es mi sitio, porque siempre me ha gustado, nos ha gustado a los dos, a mi marido y a mí, pues esta forma de vida, más colaborativa, menos consumista, un poco antisistema, dijéramos, porque el sistema lo que te hace, lo te te lleva a vivir de una manera desbocada hacia lo individual, hacia competir, y en una cooperativa como Travesol es todo lo contrario. O de hacer una charla de su por mutuo, ¿no?

Yo creo que el siete punto de ocho ayuda con a consolidar el proyecto y a que las otras personas logren una mica como un referente, ¿no? Es muy divertido al frente de que ha sido una una antigua colonia industrial, ¿no? Si de hacer las colonias industriales a Cataluña son muy típicas, muy agudas aquí dentro de Cataluña, ¿no? Han tenido un un papel muy importante como de motor económica de la Revolución Industrial y Iván y tal, ¿no? Por eso ha habido muchos que todas las industriales están muy abandonadas, ¿no?

Nosotros siempre nos agrada al al al fin de resignificarla, ¿no? Las colonias industriales en el país con con el régimen laboral eran muy estricto. En Alfonso es lo matés, ¿no? Y trabaja aquí, que es lo que se hace, pues, un siglo micrén, o dos o dos siglos en Herrera, pero vamos una perspectiva totalmente diferente, ¿no? No da no da no vertical, sino totalmente transversal, horizontal.

Es muy bonito la idea de del imaginar este post apocalíptico, ¿no? De un mundo en ruinas, un modelo en el que la gente vivía amontonada en el mismo sitio donde trabajaba, en el mismo sitio donde había una escuela, en el mismo sitio donde había una iglesia con un cura, y hacía toda su vida aquí en una con una estructura muy jerarquizada. Cómo subvertir esto y convertirlo en un espacio donde se puede vivir, se puede trabajar también, como por ejemplo con la gente que ha montado aquí el proyecto de cerveza, pero con otra manera de relacionarse y de gestionarse más horizontal y y convertir un poco la distopía en una intención de utopía siempre inacabada, pues es lo que más me interesa, me importa de Calafour. Bueno, aquí ven también Internet avanzado igual, creo. Cada foto te te desde los inicios un espacio de interés en una dedicación a a toda una dimensión tecnológica.

Va a comenzar, sobre todo, al inicio desde el punto de vista de programa dos, ¿no? Y, bueno, sobre todo, al entorno del software libre. Yo, pues, tenía suerte que la mi mamá era hacker. De fe, sí, la mi mamá es informática y ella va ser una mica la quien va a facilitar de alguna manera con ella lo que son las alternativas o 0 proyectos activistas dentro del mundo de la tecnología o de la informática, ¿no? Todo lo que te veo programar el libro, ¿no?

Sobre el libro. Y vamos a maquinaria y se hace el libro de cultura con ese mes, ¿no? El proyecto es de Colonia Ecoindustrial y postcapitalista. La riura es una mierda para aulas, ¿no? Para también una provocación, ¿no?

Porque hace referencia AAA que esta dimensión industrial o 0 Bueno, no, las maneras de de evolucionó el proyecto que para també para que se hizo esta nipla. Ahora, después de igual, este me apunto a comprar la la propiedad y a seguir por eso, pues, para que tendremos como una como una proyección más asegurada para el futuro. Si no lo hubiésemos pillado nosotros, muy probablemente, estaría destruido para construir cualquier tipo de infraestructura, ¿no? Entonces, valorizar el el patrimonio y tampoco convertirlo en un museo, sino convertirlo en algo dinámico, es ya una perspectiva política. Y como que, en realidad, la sensación es como, qué guay, que esto no se caiga a trozos y que haya alguien poniéndole interés en hacerlo algo vivo, ¿no?

O sea, como que las personas están agradecidas por por prestar atención también al río, ¿no? Que fue un río súper contaminado. El hecho de vivir juntos en una comunidad te pone, ante todas las posibles contradicciones, obligaciones YYY aspectos no no idealizados y no bonitos siempre, y estás aquí y los tienes que enfrentar. Es como un laboratorio muy fuerte de experimentación Calafour, y para mí, a día de hoy, es una de las cosas que más me me interesan de Calafour. Yo soy Nancy Dan Roquetas, soy una mujer, una madre, soy de la clase trabajadora y una activista social.

Nuestro barrio es un barrio de personas trabajadoras, migradas, luchadoras, solidarias. Toda esta zona era tan rural que no estaba acabado las calles, había algunas, pero muchas zonas, incluso no había calles. Entonces teníamos como mucha vida comunitaria en la calle, se vivía mucho en la calle. También habían venido muchas personas migradas de Andalucía, sobre todo, por Extremadura y de otras Galicia y tal, entonces no tenías servicios como podía ser el alcantarillado. Entonces con todas las vecinas y vecinos, pues, se juntaban dinero como se podía, se iban comprando, y el domingo todo el mundo se ponía a trabajar y el alcantarillado de la parte de arriba de Roquetas, sobre todo, está hecho así comunitariamente.

Buenos días, vecinas. Buenos días. ¿Estás confiado? A ver, Aquí todo se ha peleado. El autobús no subía al barrio, entonces porque decían que no podía subir porque había muchas cuestas.

Entonces se cogió y todos los vecinos se echaron a la calle y dijeron, estaba un poco organizadamente, ¿no? Pero, pues bueno, pues vamos a demostrar que sí que se puede. Entonces, se secuestró el autobús en el final de la parada y se obligó a que subiera y se vio que sí que podía subir, que no se no se estrellaba, ¿no? Por las cuestas. Y desde entonces pudimos tener dos líneas de autobús.

Entonces, bueno, siempre nos hemos ayudado. Entonces, para mí es la continuación, o sea, si de de significa un poco la continuación de esa manera de vivir. Mi vida estaba en una maleta, ¿no? Iba y venía para todos lados y me sentía como mediaturista. Y llegó un momento en que dije, ya, ya ya no puedo más.

Sireres es es un proyecto de cohabitatja, de vivienda cooperativa, Es un modelo que brinda la oportunidad a familias que, de otra manera, no podrían tener acceso a una vivienda por lo caro que están. A mí la idea me encantó de de que otro, como dicen los zapatistas, qué otro modelo es posible, y a mí eso es lo que me gustó, pensar que aquí se podría replicar un poco lo que lo que se hacía antaño, ¿no? En la en la vida de nuestros abuelos, no sé, antes, ¿no? Ver a más más colectivo, pensar más en colectivo YYY cuidarnos entre todos. Ha sido un proceso largo de casi cuatro años y medio, por ahí.

Se ganó un concurso para ganar el solar que el ayuntamiento donó en sesión de uso por setenta años, y se espera que en setenta años se vuelva a renovar, que las personas que estén viviendo aquí, pues, se puedan tener la oportunidad de continuar este proyecto. Y el crédito lo dio una banca ética, porque también queríamos salir de toda esta lógica de del mercado, no tan salvaje, también de financiación. Yo noto así como una una energía diferente en este piso que que en el otro donde estábamos. Entonces, hay mucha movida ahora de de de regresar como a las raíces. ¿Qué pasa, mi niña?

¿Qué tal? ¿Cómo estás? Pues, aquí dando una vuelta por el barrio. Pasa, pasa, tú dirás, esto va al suelo directamente, tienes estos dos colores. Vale, pues el lila me lo quedó.

Pues nada, muchas gracias a visitar su piso. Eso, a ver. Para las fiestas mayores haremos posiblemente el jueves de las fiestas mayores una visita para todo el barrio, para quien quiera venir a verlo y eso. Ya pasaremos a él. Venga, hasta luego, chicas.

Cuando apareció este proyecto, yo dije, yo quiero estar ahí. Yo quiero ser parte de otra economía es posible y yo soy parte de ella también. Siredes es un proyecto de cohabitacha que no es ni alquiler ni es compra. Es un proyecto que tiene unos valores que son de economía social, feministas, de ecología, Unos principios de convivencia, de acción comunitaria, de apoyo mutuo y que, además, está mi barrio. Hoy es un día glorioso, porque nos dan las llaves definitivamente ya de nuestros pisos, y entonces, pues, estamos haciendo una pequeña mudanza, un el principio de la mudanza, que será, bueno, será glorioso.

Empieza una fase bonita de, un poco mágica, ¿no? De decir, estás creando algo, no es lo habitual, ¿Estás haciendo crees que que otra economía es posible, que que se pueden funcionar y más en el tema de la vivienda de otra manera. Estás creando vida cotidiana, ¿no? Y y tu vida futura, ¿no? Con personas que no conoces de nada.

Entonces, es algo como muy mágico vivir todo, porque por un lado vas descubriendo, que claro, hay quien viene, personas que tienen perfiles similares a los tuyos. Y entonces es flipante. Para que realmente seamos seres felices, necesitamos espacios donde las personas podamos estar bien. Madre mía, es, bueno, es que es imposible de imaginar que esto pueda ser realidad y que yo esté aquí en este momento. De primeras, estar en un edificio nuevo, de segundas, un Nou Barris, The Now Barris, hostia, tú.

Es inaudito, es es una sensación que parece como que, bueno, una irrealidad total, pero no es una fantasía, es una realidad. Es que les persones que vouí accedes en aquest vitaches no pagan ni para la compra ni para ayudar. El que pagan és una cuota de a la Cooperativa a esta. El edificio ya está fet. Ará vendrá la vida que volem sigue Estoy muy contenta, muy satisfecha, y ha valido la pena llegar hasta aquí a pesar de todos los problemas y de todas las dificultades.

Pues voy a seguir recordando que esto es una impresión única de estar aquí ahora, en este momento, y poder tener la gran suerte de disfrutar esto. Estoy ilusionadísima.

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