Conceptos como vivienda cooperativa, coliving, cohousing, coworking e incluso, edificio híbrido son muy escuchadas últimamente, aunque hay veces que no se conoce la diferencia. Para no inducir a error, el tema se centra en la vivienda colectiva identificándolo como una manera de habitar en comunidad, reduciendo la vivienda para aumentar la superficie de los espacios comunes.
Esta manera de habitar se está desarrollando en cantidad de países, e incluso, cada vez va cogiendo mayor protagonismo. En España, especialmente, no encontramos muchos proyectos de este estilo. Sin embargo, hay un estudio de rquitectura:

Lacol, que se centra únicamente en viviendas cooperativas en cesión de uso. Entre sus obras, destaca La Borda que ha recibido el premio Mies Van der Rohe en 2022 y también La Balma, que junto con el anterior se trata de sus dos viviendas cooperativas construidas hasta la fecha. Aunque cabe mencionar, que tiene más proyectos en proceso de desarrollo.
Concretamente, se lleva a cabo un análisis de los espacios comunes de estos dos edificios y se identifica la manera en la que se generan esos espacios para permitir la relación entre los convivientes. El estudio de estos espacios esenciales,, ya que, sin ellos, estos proyectos perderían totalmente su esencia.
Finalmente, cabe mencionar que todo esto es posible gracias al cambio de las necesidades de la sociedad y a que las inquietudes y la manera de afrontar la vida también han evolucionado. Esta manera es compatible con grupos de gente que tiene un mismo interés, pudiendo desarrollar infinidad de comunidades distintas.

OBJETIVOS
En primer lugar, uno de los objetivos más generales es entender que es el habitar colectivo y las distintas maneras en las que se puede llevar a cabo, cómo se puede desarrollar y los impedimentos que hay en la actualidad para ello.
Otro de los objetivos es el análisis de las obras de Lacol, concretamente de La Borda y de La Balma y los espacios comunes de estas. Entendiendo cuáles son las zonas privadas de la vivienda que cede a lo común, qué actividades se desarrollan en estas zonas y hasta qué punto se permite una convivencia en colectivo. Además de comprender por qué están surgiendo esta manera de habitar y qué necesidades de la sociedad actual logra cubrir.
Por último, se pretende extraer una serie de conclusiones respecto a todos los puntos estudiados y obtener unas ideas acerca de los aspectos positivos o negativos que se obtienen al estudiar esta tipología de viviendas y principalmente, si se adapta para resolver las necesidades que tienen las personas que lo habitan.

LA BORDA, LACOL, BARCELONA, 2018.
El edificio de La Borda está situado en la calle Constitución en el barrio de La Bordeta, en Barcelona, Es una zona del antiguo recinto fabril de Can Batlló. La cooperativa se encuentra en suelo de Viviendas de Protección Oficial cedido por el Ayuntamiento durante setenta y cinco años, pero con la posibilidad de ser ampliado. Esto permite que el acceso a la vivienda sea bastante más económico

ESPACIOS COMUNITARIOS
Los espacios comunitarios son aquellos que generan relaciones entre los habitantes como una zona de estudio, la lavandería, el comedor, una sala de reunión, etc. Para su creación, se cede parte de la vivienda individual al espacio colectivo, entendiendo estas zonas como parte de su vivienda. Normalmente se suelen ceder zonas como la lavandería, que se desarrolla como una sala común con lavadoras. También las zonas de juegos de los niños o los espacios de reunión, generando salas que permiten esta unión entre los vecinos. Y, además, se reduce el área de la cocina ya que se ofrece un comedor comunitario.
Los espacios comunes son los que enriquecen este tipo de proyectos y los que le dan sentido a la vivienda colectiva. Son los que permiten que se produzca el habitar en comunidad, es decir, permiten que se desarrolle la idea principal del proyecto.
El sentido de comunidad, de pertenencia al grupo se construye aquí, en los espacios compartidos, es decir, conviviendo con el grupo.

Por otro lado, este sentimiento de comunidad no surge de un día para otro, sino que desde el momento cero que se crea el grupo para desarrollar una vivienda en cooperativa se va forjando esa relación y ese sentimiento de grupo.
Estos espacios colectivos dentro del edificio se pueden entender como un espacio intermedio, es decir, de transición entre lo completamente privado (la vivienda individual) y lo completamente público (la ciudad). Hay algunos cohousing que destinan la planta baja a locales comerciales, ofreciendo un servicio a la ciudad.

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